Materiales para cursos de idiomas

Por Hernán Guastalegnanne

Hay muchísimos materiales para usar en las clases de idiomas, todos con sus ventajas y desventajas, con sus beneficios y desafíos.

En esta entrada de blog queremos ayudar a los docentes a sopesar estos beneficios y desafíos para que podamos elegir el camino más adecuado para las clases. Vamos a hablar de 3 posibles escenarios: el libro de texto, el material auténtico y el lienzo en blanco.

El libro de texto, ¿un salvavidas o un corset?

Los libros de texto son de mucha ayuda, nos dan un índice con los contenidos mínimos del nivel, nos proponen una secuenciación lógica para estos contenidos, nos dan ideas de temas interesantes y motivadores para las clases, vienen con ejercicios armados, audios y algunos hasta videos. Los libros de texto son el producto de uno o varios autores y un equipo de profesionales que pensaron en muchos aspectos para lograr una presentación clara y atractiva, una diagramación sistemática y completa para cada unidad, una progresión lógica y espiralada, gran variedad de temáticas e inputs, ejercitación abundante, audios naturales, videos interesantes, y la posibilidad de seguir con la misma serie de libros en niveles subsiguientes.

Por otro lado, los libros de texto suelen contener materiales y temáticas anticuadas; textos y temas poco relevantes para estudiantes con necesidades específicas; una única variedad dialectal; la presentación de fenómenos culturales estereotipados, inexactos y simplistas; y nos dejan poca libertad para darle a los cursos nuestra propia impronta, nuestro toque personal, nuestra pincelada magistral.

El material auténtico, un océano de posibilidades

Usar material auténtico puede parecer una tarea faraónica, con solo poner un tema en YouTube aparecen cientos de videos con miles o millones de reproducciones, a veces con errores o sesgos, y muchas veces demasiado largos; si buscamos una receta aparecen cientos de sitios y terminamos leyendo 40 versiones de la misma receta para luego no recordar, o no poder encontrar, la que más nos había gustado. El universo de materiales auténticos es vasto: artículos periodísticos, libros, poemas, menúes, recetas, películas, series, cortometrajes, blogs, vlogs, podcasts, comerciales, tráilers, reseñas, programas de radio, artículos científicos, memos, guías de viaje, folletos y una larguísima lista de etcéteras. Esta vastedad puede descorazonarnos y hacernos sentir que estamos frente a un océano imposible de navegar, sin embargo, vale la pena armarse de valor, determinación, y proponernos navegar ese infranqueable mar, con la ayuda de ciertas herramientas y tips que daremos a continuación, ya que los beneficios del uso de materiales auténticos son muchísimos: es atractivo, actual e interesante; se parece lo que los estudiantes consumen en su lengua; contiene lenguaje “real” que los prepara para el “mundo real”; es rico en contenido sociocultural; hay sobre todos los temas y todas las áreas; se adapta a todos los estilos de aprendizaje; es motivador, ya que no fue creado para la clase; comprenderlo les da a los estudiantes un sentimiento de logro; se presta a tareas comunicativas auténticas; se puede usar para diferentes niveles; estimula la observación; y otra larga lista de etcéteras.

Algunos consejos para trabajar con material auténtico y no morir en el intento: cuando encuentres buenos creadores de contenidos en YouTube, seguilos y poné los videos que más te gustan en listas de reproducción; cuando encuentres sitios con contenidos adecuados, agregalos a tus favoritos divididos en carpetas; si encontrás contenido interesante pero que pensás que es demasiado difícil para tu estudiante, considerá graduar la tarea y no el material; seguí cuentas de Twitter, Tik-Tok e Instagram con contenido interesante y atractivo; suscribite a periódicos o revistas que te gustan; tomá nota de las películas, series o escenas que veas y puedas usar en tus clases, ya sea por el contenido lingüístico, sociocultural o el tema, podés hacer esto en tu celu o en alguna libretita que te acompañe a todos lados.

A veces es necesario esculpir el material auténtico: editar los videos, ajustar la extensión de los textos, segmentar los audios o reordenar el input visual y acompañarlo o complementarlo con otros materiales.

El lienzo en blanco, ese abismo tan temido

Hay veces que, por diferentes razones, nos encontramos frente a un estudiante o grupo de estudiantes sin ningún material. ¿Qué hacer en estas ocasiones? ¿Cancelar la clase? ¡De ninguna manera!

Nuestros estudiantes son una fuente inagotable de material: podemos pedirles que hagan listas, que cuenten anécdotas, que charlen sobre un tema específico, que hagan juegos de roles, preguntarles por sus vidas, sus trabajos, sus viajes, sus familias, sus países, podemos contarles de nuestras vidas, viajes, familias, ciudad o país. Podemos usar lo que tengamos a mano, un póster, una ventana a la calle, un cuadro, un objeto, un mueble, el edificio donde nos encontramos, los sonidos que nos rodean, la textura de lo que tenemos a mano, los sentimientos que nos producen ciertas palabras o recuerdos, también podemos contarles chistes, recitarles poemas o hacerlos dibujar algo que les describimos.

Los materiales están para ser usados e incorporados en nuestras clases, pero todos ellos necesitan de nuestra curaduría para ser adecuados: como docentes a cargo de un curso vamos a seleccionar y didactizar el material según el nivel de nuestros estudiantes, sus necesidades, el contexto de enseñanza, sus intereses, nuestros recursos, los objetivos y la actualidad del entorno en el que nos movemos.

¡Qué se diviertan y disfruten creando, curando y usando materiales de todo tipo!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *