La competencia intercultural en la clase de idiomas

Definir el término cultura ya es todo un desafío. En 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn recopilaron una lista de 164 definiciones de cultura en Cultura: una reseña crítica de conceptos y definiciones. Ya podemos imaginarnos, entonces, lo complejo que puede resultar desarrollar la competencia intercultural de nuestros estudiantes de lenguas extranjeras. 

Entendemos que los aprendientes de segundas lenguas deben ser capaces de   “desenvolverse adecuada y satisfactoriamente en las situaciones de comunicación intercultural que se producen con frecuencia en la sociedad actual, caracterizada por la pluriculturalidad” (Diccionario CVC). La realidad es que hoy día estamos en contacto, no con una, sino con muchísimas culturas en nuestra vida cotidiana. A veces no lo notamos, pero no podemos pensar que todos los de nuestra propia comunidad pertenecen a un mismo grupo cultural. ¿O sí? 

Si nos quedamos en los estereotipos culturales más dominantes y, si somos muy simplistas, podremos acordar que los argentinos nos saludamos de manera muy diferente a como lo hacen los españoles. Pero esta afirmación, ¿no implica dar por sentado que solo hay un modo de hacer las cosas en un país y en otro? Esta concepción de la cultura generaliza tanto que reduce y simplifica muchísimo todos los componentes que intervienen en nuestras formas de actuar, es decir, nuestras creencias, actitudes y expectativas. Podemos hablar de estilos musicales, de comida, de costumbres, fiestas tradicionales, rituales diarios, pero ¿podemos decir que todos los argentinos miramos fútbol, comemos asado con la familia los domingos, nos gusta el vino y bailamos tango? ¿Qué peligros trae esto para un aprendiente de español como lengua extranjera? 

Está claro que por más que nos parezcamos somos todos diferentes y que nuestro modo de hacer las cosas no necesariamente es el modo en que se hace en mi familia, en mi comunidad, en mi cultura. Es fundamental tener esto en cuenta al momento de diagramar nuestras propuestas para la clase de lenguas extranjeras. 

En clase, solemos enfocarnos en las diferencias y nos olvidamos de las semejanzas. Probablemente sea mejor comenzar por reflexiones acerca de las costumbres y rituales que son similares entre culturas. Lograremos reflexiones más enriquecedoras si partimos de lo que nos une para luego pensar en alguna costumbre o un ritual cultural generalizado que yo personalmente no sigo o que mi familia o grupo de pertenencia no sigue o realiza de forma diferente a la mayoría. Una actividad de este tipo puede traer muchísimas satisfacciones y colaborar enormemente con el desarrollo de la competencia intercultural de nuestros estudiantes. Les permitirá romper con estereotipos, estar más receptivos y sensibles en general a la diversidad cultural que nos rodea en el día a día en este mundo pluricultural. 

En un futuro podrían llegar a ser mediadores culturales. A mí, como profe me encanta ponerme es desafío por delante, ¿a ustedes?

Por Milagros Muschietti Piana 

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